Cuando los usamos podemos añadir el pronombre reflexivo delante o detrás unido al verbo.
Anteponiendo el pronombre, me casé, me gusta jugar, se vestía dentro de la habitación, nos habíamos peinado bien, te tienes que duchar o tienes que ducharte. Nunca te tienes que ducharte o me acabo de acabarme; en esta última frase, pueden usarse otros verbos sinónimos como me acabo de terminar
Para el imperativo, siempre detrás péinate, lávate y arréglate, casaos por la Iglesia o cásate por la Iglesia y nunca casaros, sentaos por favor y nunca sentaros. Si usamos el imperativo formalmente, este se construye con la tercera persona, cásense por la Iglesia, siéntense por favor.